martes

G. Cabrera Infante.

Cabrera Infante (Gibara, 1929 - Londres, 2005) no solo fue unos de los escritores cubanos más importantes de todos los tiempos, sino uno de los más grandes exponentes de nuestra lengua. 
Da fe de ello su vasta obra, desde Tres tristes tigres hasta Mapa dibujado por un espía, novela póstuma, de reciente publicación, y sus numerosos premios y reconocimientos literarios, entre los que se encuentran: el Biblioteca Breve en 1964 y el Cervantes en 1997.  
De Vista del amanecer en el trópico, hemos extraído este fragmento de uno de sus cuentos:

"Alguien dijo que el hombre joven no piensa en la muerte. Este muchacho estaba sentado sobre las raíces botadas de un jagüey y comía un mango. El jugo le manchaba la barba negra y corría por sus manos. Se reía, porque a su lado otro rebelde contaba un cuento. [...]
Se tiró para atrás exagerando su contento pero de veras contento, con el mango, la semilla pelada en la boca, apretada la nuez hilosa y dulce entre los blancos dientes. Vio las ramas del jagüey elevarse entrecruzadas y al moverse el sol aparecía y desaparecía entre las hojas, haciendo blanco al árbol y blancas las ramas y blanco el paisaje. Cerró los ojos y vio rojo y negro y rojo. Se reía y oía el viento en los árboles y el crujido de las ramas y un pájaro que cantaba. No, piaba. Tal vez un judío, que los campesinos cubanos llaman así por su sonido, sin saberlo, aunque ellos lo explican diciendo que es porque traiciona, queriendo decir que este pájaro, como todos los arrieros, pía siempre que ve acercarse al hombre, y los campesinos y los demás pájaros y las bestias del monte lo usan como centinela. También los rebeldes lo tenían por vigía.
Reía, cerrados los ojos, el mango en la mano, los brazos hacia arriba, manchados de amarillo hasta el verdeolivo de la manga, al tenderlos para coger impulso y sentarse y quizás pararse. Se reía cuando lo tumbó la descarga. Nunca supo qué lo mató, si una bala amiga escapada o un tiro de una emboscada enemiga o qué. Cayó hacia un lado y rodó bajo el árbol hasta la cañada. ¿En qué pensaba? Alguien dijo que nunca se sabe lo que piensa el valiente."

Dulce María Loynaz

La escritora cubana Dulce María Loynaz (1902-1997), fue una mujer culta y exquisita, de presencia frágil pero de fuerte personalidad poética. Su pasión por la literatura la llevó a traducir a importantes escritores de otras lenguas y a hacer incursiones en diversos géneros como el periodismo, el ensayo, la novela y los libros de viajes.


He aquí una selección de poemas suyos que a mí, particularmente, me parecen geniales. Ahora veréis por qué...




"Abrazo"

Hoy he sentido el río entero
en mis brazos... Lo he sentido
en mis brazos, trémulo y vivo
como el cuerpo de un hombre verde...



Esta mañana el río ha sido
mío: Lo levanté del viejo
cauce... ¡Y me lo eché al pecho!
Pesaba el río... Palpitaba
el río adolorido del
desgarramiento... -Fiebre fría
del agua... Me dejó en la boca
un sabor amargo de amor y de muerte...




"Mi tristeza es suave"
Mi tristeza es suave como un claro de luna:
Ni queja ni temor
has de encontrar en ella nunca.

Mi tristeza es suave como un claro de luna,

como un verde temblor

de agua o de brisa entre árboles...

Como un temblor de brisa...


(Mi tristeza es tan suave
que casi se parece a una sonrisa...)




"Infancia del río"

Cuando el río, niño,
se echó a correr por el campo,
no sabía a dónde ir...
Tanteaba las colinas
trémulo de una emoción
nueva, insospechada...

Iba a un lado y otro
aturdido
por el sol, por el viento, por el verde...

Una mariposa lo turbaba;
podía tornarlo blanco,

amarillo, triste... Y cuando
el río quiso volverse

a la piedra tibia,

a la sombra húmeda y dulce

de la piedra

de donde había salido,

ya era tarde...



"Precio"
Toda la vida estaba
en tus pálidos labios...
Toda la noche estaba
en mi trémulo vaso...
Y yo cerca de ti,
con el vino en la mano,
ni bebí ni besé...
Eso pude: Eso valgo.



"Domingo de lluvia" 


Si pudiera ir a ti
por los trémulos hilos de la lluvia,
pasados uno a uno entre mis dedos...!

Si yo pesara ya tan poco
que pudiera colgarme
de estos flecos de agua
y deslizarme sobre los tejados
y las casas y las tristezas
de los hombres...

¡Y llegar con el corazón mojado
a allí donde tú estás -tibio... -esperando...




Poema CXXIII
Como todos los niños, cuando yo lo era, solía preguntar a mi madre de dónde me habían traído...Y como todas las madres, fabricaba la mía para contestarme, una tierra de leyenda o escogía entre los países del mundo, el que le parecía más hermoso. Pero, no sé por qué, recuerdo que, a pesar de su buena voluntad, una vaga decepción seguía siempre a la respuesta; creía yo a mi madre; pero, una vez satisfechas mis tubadoras curiosidades, me quedaba por mucho tiempo triste... ¿Qué era lo que mi pequeño corazón soñaba entonces? ¿De qué flor hubiera querido brotar, de qué nube salir volando como un pájaro? No lo sé todavía, y ahora pienso que sólo la verdad era digna de mi sueño.
Mi madre no podía ofercerme nada más hermoso que ella misma... Pero si me lo hubiera dicho, era su verdad tan maravillosa, que no la hubiera creído.

Reinaldo Arenas

Escritor cubano
Reinaldo Arenas
(Holguín, 1943 - Nueva York, 1990) escritor cubano cuya obra inicial se inscribió en la narrativa del boom latinoamericano, y cuyas últimas producciones son un testimonio doloroso y satírico de su vida.

"Tú y yo estamos condenados"

Tú y yo estamos condenados
por la ira de un señor que no da el rostro
a danzar sobre un paraje calcinado
o a escondernos en el culo de algún monstruo.

Tú y yo siempre prisioneros
de aquella maldición desconocida.
Sin vivir, luchando por la vida.
Sin cabeza, poniéndonos sombrero.

Vagabundos sin tiempo y sin espacio,
una noche incesante nos envuelve,
nos enreda los pies, nos entorpece.

Caminamos soñando un gran palacio
y el sol su imagen rota nos devuelve
transformada en prisión que nos guarece.

jueves

Miquel Marti i Pol

(Roda de Ter, 1929 - Vic, 2003) Poeta, periodista y cuentista catalán. Galardonado con el Premio de la Crítica, el Premio Ciutat de Barcelona (en Poesía y Traducción), el Premio de Honor de las Letras Catalanas en 1991, la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes 1992, la Cruz de Sant Jordi, el Premio Nacional de Literatura 1998 y la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya en 1999. Fue miembro de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana. Falleció en noviembre de 2003 víctima de una esclerosis múltiple que sufría desde 1970. Muchos de sus poemas han sido musicados por diferentes cantantes catalanes.


Hay un tiempo para sufrir y un tiempo para amar
o, tal vez, sea todo uno y nos engañemos
jugando a la voz y al peligro.

Más allá de nosotros, ¿qué perdura?

¿La roca, el árbol, el viento y este silencio
no morirían si, de pronto, dejáramos
de repetirlos, dóciles, cada día?





"Solo tú"

Debe de estar muy lejos el mar, o tal vez
ya no hay mar y la palabra es sólo una
argucia. Tantas palabras han perdido
su peso y su grosor, que no me atrevo a cerrar
los puños con la fuerza de antes, por miedo
a sentir todo un mundo que se desmenuza.
Debe de estar muy lejos el mar, y aquella casa
que siempre he imaginado bajo la lluvia
y la gente a la que no veo. Debe de estar muy lejos
la gente a la que nunca veo, o tal vez
han muerto y yo no lo sé y los pienso
inútilmente vivos. Deben de estar lejos
los árboles y los pájaros, el río, la espada
que corta el viento y el barro de las roderas.
y sólo tú estás próxima y te siento,
inmóvil y expectante, justo detrás
de tantas puertas que ningún pestillo cierra.

De "La piel del violín"

Juan Gelmán

Juan Gelmán (Argentina, 1930- México, 2014) Poeta, traductor y periodista considerado como el poeta más importante de su generación.
Escribió sus primeros poemas para sus amores de barrio de su Buenos Aires natal. No recordaba esos primeros renglones, porque trataba de olvidar todo, pero sí se acordaba de algo: "Ella se llamaba Ana".
Tras esos primeros escarceos con el verso, se hizo poeta, contra el criterio de su madre, que le auguraba que nunca se ganaría la vida con eso. Pero se equivocó. Autor de libros como Violín y otras cuestiones, El juego en que andamos, Velorio del solo, Gotán, Sefiní, Cólera Buey, Mundar u Hoy, su última obra, el poeta alcanzó el reconocimiento unánime de las letras españolas y ganó entre otros el premio Cervantes, el Juan Rulfo, el Neruda y el Reina Sofía de Poesía latinoamericana.

"Ausencia de amor"
Cómo será pregunto.
cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

"Una mujer y un hombre"
Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.

 
"El juego en que andamos"
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.








José Agustín Goytisolo

José Agustín Goytisolo (Barcelona, 1928), una de las personalidades literarias e intelectuales más importantes de la generación de los 50, o del medio siglo, constituye, junto a Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma, uno de los pilares fundamentales de la llamada escuela poética de Barcelona.
Murió en 1999 al arrojarse al vacío desde el balcón de su casa. He aquí uno de sus poemas de Bajo Tolerancia.


"Si todo vuelve a comenzar"

Quiero decirlo ahora
porque si no después las cosas se complican.
Soy peor todavía de lo que muchos creen.
Me gusta justamente el plato que otro come
aburro una tras otra mis camisas
me encantan los entierros y odio los recitales
duermo como una bestia
deseo que los muebles estén más de mil años en el mismo lugar
y aunque a escondidas uso tu cepillo de dientes
no quiero que te peines con mi peine
soy fuerte como un roble
pero me ando muriendo a cada rato
comprendo las cuestiones más difíciles
y no sé resolver lo que en verdad me importa.
Así puedo seguir hasta morirme:
ya ves soy lo que llaman
el clásico maníaco depresivo.
Te explico estas cuestiones
porque si todo vuelve a comenzar
no me hagas mucho caso acuérdate.

viernes

Octavio Paz


Octavio Paz, México(1914-1998). Fue Poeta, narrador, ensayista, traductor, editor y gran impulsor de las letras mexicanas. Paz se mantuvo siempre en el centro de la discusión artística, política y social del país. Su poesía se adentró en los terrenos del erotismo, la experimentación formal y la reflexión sobre el destino del hombre. Para muestra de su obra, un par de poemas...
"Monólogo"
Bajo las rotas columnas,
entre la nada y el sueño,
cruzan mis horas insomnes
las sílabas de tu nombre.
Tu largo pelo rojizo,
relámpago del verano,
vibra con dulce violencia
en la espalda de la noche.
Corriente oscura del sueño
que mana entre las rüinas
y te construye de nada:
amargas trenzas, olvido,
húmeda costa nocturna
donde se tiende y golpea
un mar sonámbulo, ciego.
"A través de la noche urbana de piedra y sequía"
A través de la noche urbana de piedra y sequía
entra el campo a mi cuarto.
Alarga brazos verdes con pulseras de pájaros,
con pulseras de hojas.
Lleva un río de la mano.
El cielo del campo también entra,
con su cesta de joyas acabadas de cortar.
Y el mar se sienta junto a mí,
extendiendo su cola blanquísima en el suelo.
Del silencio brota un árbol de música.
Del árbol cuelgan todas las palabras hermosas
que brillan, maduran, caen.
En mi frente, cueva que habita un relámpago...
Pero todo se ha poblado de alas.

TURRONES AMARGOS

     Esta mañana al llegar al trabajo me han dado una mala noticia. A las dos y media despedirán a uno de mis compañeros. La in...