sábado

Adiós a García Márquez

Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez
Se ha ido Gabo, que más que Gabo era un mago, un prestidigitador de la palabra... En sus libros suena una música de fondo, una música inconfundible, engastada en la misma trama de su prosa envolvente y engatusadora. Dejando aparte la polémica de quiénes fueron sus amigos, no se puede negar que la literatura universal ha perdido a un peso pesado. 

Anda ya de vuelta a casa por el camino de la sierra, abriéndose paso entre lirios sangrientos y salamandras doradas. Hacia las tres de esta misma tarde, jaleado por los pífanos, tambores y sonajas de los gitanos, ha hecho entrada triunfal en Macondo: ese pueblo pequeño a la orilla del río pedregoso de casas con paredes de espejo.
Hasta allá se han desplazado desde otros libros, la Cándida Eréndira, Esteban, Juvenal Urbino, Santiago Nasar, la pequeña Sierva María y un sartal de personajes que se acercan a recibirlo y lo saludan, y le agradecen. 
Aureliano Buendía, alertado por los gritos de Úrsula, sale del fondo de la casa y enseguida lo reconoce. Se funden en el abrazo que se deben... 
Y cuando todos los demás, agotados por los festejos de bienvenida, vuelven a sus respectivas historias, ellos dos se sientan a conversar en el porche, sin prisa, hasta que cae la noche sobre el personaje y sobre el hombre. 
Pero no nos equivoquemos, este no podría ser de ningún modo el final del cuento, pues para los grandes, hayan sido de carne y hueso o de papel y tinta, seguirá amaneciendo cada día en el corazón, en la mente y en los sueños de quienes los hemos leído y a pesar de la muerte seguiremos haciéndolo.

viernes

Aguaceros tropicales


Si hay algo que echo en falta de Cuba, además de la familia, son los aguaceros. En Cuba cuando llueve, llueve con ganas. No es algo improvisado, la atmósfera se toma su tiempo. Urde su plan sin prisa en las capas más altas.
Poco a poco se va oscureciendo el cielo, se levanta el aire de agua. El ambiente se carga de iones negativos que siendo negativos, curiosamente, son los buenos para el ánimo. El olor a tierra mojada avisa de que ya llega. Y cuando por fin llega es un alivio que libera la presión que se ha estado acumulando, como cuando a la olla exprés se le tensa la tapa hasta que el pitssss del vapor estalla y empieza a bailar la válvula.
Los aguaceros tropicales caen como densas trombas de agua, dejan la atmósfera limpia y la sensación de habernos quitado un gran peso de encima. Sofocan los calores, barren la porquería de las calles, aunque hacen que a más de uno se le despeguen los zapatos, que el cirujano vascular que está en medio de un baipás coronario no se concentre en el quirófano, porque teme que se le esté mojando el colchón nuevo que le dieron por el partido con la gotera que cae justo encima de su cama.
Los niños, en cambio, los disfrutan especialmente, chapoteando descalzos en los charcos. Ajenos a todo, sin pensar en nada. Simplemente siendo ellos mismos. Para mí, esa es la imagen de la felicidad por excelencia: la infancia feliz y despreocupada. Nos pasamos toda la vida intentando volver a ese punto, y cuando por fin volvemos, por desgracia, se nos acaba el viaje
Supongo que quizás por esa constante búsqueda, esa necesidad de retorno al pasado, me gustan tanto los aguaceros tropicales. Hacen que me sienta más cerca de mi casa: mi casa que no está hecha de paredes ni ventanas; ni de ciudades, ni de gentes siquiera; que no conoce de bandos ni de banderas ni de nacionalidades. Es la primera y la última morada de mi alma. El Alfa y el Omega. Mi centro, mi núcleo, el hueso alrededor del cual se organiza la carne de mi mundo, y que será adonde vuelva inexorablemente, cuando todo lo demás haya pasado.

martes

Vámonos al Parque Lenin



Cuando se inauguró el Parque Lenin yo todavía no había nacido. Mira si tiene años. La de niños, y no tan niños, que  habrán pasado por él. 
De pequeña, mis padres me llevaban algún domingo que otro. Me lo pasaba en grande, aunque básicamente íbamos a hacer colas: colas para comprar los tiques y subir a las atracciones, para comer un perrito caliente, un "peter" o unas africanas.
A pesar de todo, recuerdo aquellos días con un cariño especial. Incluso, y sé que algunos pensarán que soy hija del maltrato, echo de menos las colas. 
Es lo que tiene la distancia, que distorsiona la realidad y embellece los recuerdos. Tanto es así que, por más que busco, no encuentro en ningún frankfurt el sabor de aquellos perros. Jamás un chocolate ha vuelto a saberme como entonces. 
Los tiempos pasados, por malos que hayan sido, casi siempre parecen mejores. Desde luego, se recuerdan con mejor sabor de boca. 
El próximo 22 de abril el Parque Lenin celebrará su aniversario; sería maravilloso si los festejos estuvieran a la altura de las expectativas. Inicialmente hay varias actividades programadas y espacio para desarrollarlas no le falta. Tiene una extensión de 745 hectáreas y y más de 200 mil árboles que si hablaran... ¡Ay!  Si esos árboles hablaran, si esos árboles contaran todo lo que han visto en estos años, desde un Reinaldo Arenas escondido durante dos meses de la policía, a mediados de los setenta, hasta las niñas de quince desvirgadas a la vera del río.
Solo espero que al menos le hayan lavado un poco la cara en ocasión de su onomástica. La última vez que estuve daba pena ver algunas cafeterías abandonadas, y más de la mitad de las atracciones fuera de funcionamiento. 
Ojalá que cumplir años le sirva para algo bueno.

domingo

Gabriela Mistral

Poetisa chilena
Gabriela Mistral
Gabriela Mistral, una gran escritora latinoamericana, la primera en conseguir un Nobel de Literatura. 
La poetisa vivió fuera de Chile, su país natal, buena parte de su vida. Publicó poemarios como Desolación, Tala, Lagar y Ternura, pero su exigencia dejó muchos versos inéditos escondidos en cajones que fueron encontrados tras su muerte en 1957. 

Aquí os dejo un poema que aparecía en los libros de texto cubanos cuando yo era pequeña y que tuvimos que aprender de memoria.
 
"Caricia"

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar...

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar... 

Aquí, otro de sus poemas que me parece precioso.




"Beso"

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

viernes

1.- Sálvese quien pueda


"Sálvese quien pueda" es el título de mi primera novela publicada en Amazon. Está escrita en clave de humor. Transcurre en Cuba y aporta, desde diferentes puntos de vista, una visión de la realidad que allí se vive. 
Es una especie de puzle de pequeñas historias donde los personajes funcionan como piezas. Cada uno de ellos narra en primera persona la parte de su vida que contribuye al desarrollo de la trama. 

Sinopsis: Orquestadas como una novela, las historias de estos personajes habaneros se entrecruzan tejiendo una trama de desengaños y contrariedades, salpicada por la picaresca y el sentido del humor cubano. Inmersos en sus vicisitudes cotidianas, cada uno de ellos se redime a su manera sin perder la sonrisa ni un momento.
Esta es una historia de gente llana, acostumbrada a hacer lo que sea por conseguir lo que quiere. Gente común y corriente que subsiste como puede en una Cuba donde el sálvese quien pueda está a la orden del día, donde la lucha por la supervivencia es la clave.
A pesar del enfoque humorístico de la novela, resulta imposible disimular el fantasma de la miseria. Es justamente en esta dualidad donde radica la esencia de esta tragicomedia cubana.

 
Puedes empezar a leerla en Amazon. Y si la lees, puntúala y coméntala. Gracias.

jueves

Sabor cubano

En su próximo 75 aniversario, Cuba rendirá homenaje en Cienfuegos a la legendaria orquesta Aragón, agrupación musical que ha paseado por todo el mundo el sabor cubano.
¿Quién no ha escuchado el Bodeguero o el Vacilón: chachachás que han puesto a bailar a varias generaciones, sobre todo, al gran Felo Bacallao: bailarín y cantante de la orquesta desde sus comienzos allá por los años cincuenta. 
En estos 75 años, la orquesta Aragón ha tenido una carrera admirable; hasta ha sido nominada en dos ocasiones a los Premios Grammy Latinos. Y todo, porque ha sabido evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos, manteniendo siempre su esencia.
El sonido de su flauta y sus violines, su sello de identidad, hacen que su música sea inconfundible. Única y diferente. 
Hace unos años tuve ocasión de verla en directo en el teatro América y, desde luego, consiguieron poner a bailar a todo el mundo, aunque eso sí, nadie se movía con esta gracia:


TURRONES AMARGOS

     Esta mañana al llegar al trabajo me han dado una mala noticia. A las dos y media despedirán a uno de mis compañeros. La in...