lunes

Reinaldo Arenas

Escritor cubano
Reinaldo Arenas
El 7 de diciembre de 1990, en fase terminal de Sida, el poeta, novelista y dramaturgo cubano Reinaldo Arenas, antes que seguir sufriendo, prefirió poner fin a su vida. 
Mientras permaneció en Cuba siempre sintió la necesidad de escapar de su jaula y, cosas del destino, una vez fue libre fuera de la isla, no encontró otro sitio adonde emigrar sino a la muerte.
En cuanto supo de su enfermedad se encomendó a Virgilio Piñera —poeta cubano fallecido diez años antes—, de quien tenía un cuadro colgado en la pared de su apartamento de Nueva York; que por favor le diera fuerzas para poder terminar su obra, le pidió, como si se tratase de un santo milagroso. Al acabar su autobiografía le puso por título: "Antes que anochezca" y por supuesto se lo agradeció a Virgilio, a quién si no.
Bajo ese mismo título, años más tarde, se presentó la película donde Javier Bardem encarnó su personaje y por cuya interpretación consiguió una nominación a los Óscar. Dicho sea de paso, era la primera vez que un actor español optaba al premio; sin embargo, el gladiador Russell Crowe se lo llevó a casa.
Aunque la película recibió algunas críticas, resulta innegable que sirvió para que mucha gente, desconocedora de la trayectoria literaria de Reinaldo, se interesara por su obra. 
Por lo demás, y es una pena, no ha sido el primero ni el último que ha tenido que salir huyendo de Cuba por ser escritor, homosexual y disidente. Desgraciadamente, Reinaldo representa el tipo de injusticia que no se comprenderá nunca.

domingo

La tumba del Benny, monumento nacional.

El bárbaro del ritmo
Benny Moré
Benny Moré nació en Cienfuegos, el 24 de agosto de 1919. Fue uno de los más grandes artistas que ha dado la música popular cubana. Con una tabla y un carrete de hilo se fabricó su primera guitarra a la edad de seis años; a los dieciséis, ya formaba parte de un conjunto musical. Por aquellas casualidades que tiene la vida, Siro, de los famosos Matamoros, lo escuchó cantar y quedó sorprendido con su voz. Al poco tiempo el cantante del trío sufrió una indisposición y Benny acudió a sustituirlo. A partir de aquella actuación grabó varios temas con ellos antes de viajar a México. Además de en México, también triunfó en Colombia, Panamá, Brasil, Puerto Rico, y a su regreso a Cuba en el año 50 arrasó con el “Bonito y sabroso". 
Años más tarde formó su propia Banda Gigante con la que viajó a Venezuela, Jamaica, Haití, Estados Unidos. A pesar de no haber estudiado música, era capaz de dirigir su orquesta y la mayoría de canciones que interpretaba tenían letra y música de su autoría. Su estilo abrió un camino en la música cubana por el que transitarían luego muchos otros.

Músico de oído, incursionó en todos los ritmos, desde el bolero a la guaracha, del guaguancó a la rumba, del mambo a la batanga. Murió de cirrosis hepática en La Habana, el 19 de febrero del 63. Fue sepultado en su tierra natal cumpliendo su deseo póstumo. Ahora, a 90 años de su natalicio, durante la apertura del XVII Festival Internacional de Música Popular, acaban de declarar su tumba monumento nacional para que vayamos a rendirle tributo –oficialmente- al Bárbaro del Ritmo.

martes

Poema a la sombra



Podría pasar horas sentada en tu cuerpo,
bajo la sombra de tu omóplato 
abrir el periódico
y que transcurra en ti mi tarde,
lenta como la de un jubilado.
Aquí, sentada en tu cuerpo
me vienen ideas
arrebatos de quedarme.
Podría formar parte tuya
con el tiempo, quién sabe,
llegar a ser un apéndice 
dispuesto a contribuir
con tus íntimas funciones.
Ser algo básico,
simple como una célula, 
útil como un par de riñones,
pero algo elemental
de lo que prescindir constituyese un riesgo;
una muerte segura.
Janet Guerra

sábado

La bella Habana

La bella Habana

De joven, la bella Habana era una mulata zalamera y voluptuosa. Con su andar confiado de hembra sabedora de sus dones, hacía perder la cabeza a todo aquél que se arrimaba a sus costas; a los que iban en busca de alguna otra cosa y se quedaban para siempre prendados de su encanto.
La Habana hermosa de aquellos años, relumbraba como pocas ciudades del Caribe. Podía haber elegido un buen partido, pero se casó con su mayor verdugo. Fue solo cuestión de tiempo que acabara desprovista de su gloria.
Desde entonces, Cuba se ha ido consumiendo en su tristeza, en su soledad de isla sola. Muchos de sus hijos se han marchado, han muerto en el camino muchos otros, mas ella sobrevive a su desgarro como puede.
Hoy que es una vieja desdentada, no sabe ya de tanto esperar qué es lo que espera...
Es tan triste contemplar una vejez de cerca, con sus achaques, sus arrugas, sus derrumbes. Con lo que ha sido La Habana, señores, con lo que ha sido...  y mira lo que nos queda de ella. Lo que nos han dejado.

domingo

Jaime Sabines

Jaime Sabines (1926-1999), el gran poeta mexicano, escribió "El peatón". Un poema que quizás nos haga reflexionar acerca del ego del escritor.

Se dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta.

Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta!

Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas?

¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón.

¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón.

Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.

TURRONES AMARGOS

     Esta mañana al llegar al trabajo me han dado una mala noticia. A las dos y media despedirán a uno de mis compañeros. La in...