martes

De Flaubert a Colet



Leyendo Extractos de la correspondencia de Flaubert, me topé con esta carta a Louise Colet del 12 de julio de 1853. Genial, como todo lo que escribía él...

"He contemplado, no sin un cierto placer, mis espalderas destruidas, todas las flores despedazadas, el huerto patas arriba.
Viendo estos pequeños arreglos artificiales del hombre que la naturaleza ha trastocado en cinco minutos, he admirado el restablecimiento del orden verdadero.
Esos seres a los que nosotros atormentamos; árboles podados, flores que crecen donde no quieren, hortalizas de otros países, han encontrado, con este bufido atmosférico, una especie de revancha. Se trata de una gran farsa que a veces se desmorona.

¿Hay algo más estúpido que una campana de vidrio para proteger melones?

¡Estas pobres campanas también las han pasado canutas! ¡Ay, cuando siente la tentación, a qué fantasías tan poco utilitarias se abandona esta naturaleza sobre cuya espalda nos subimos y que explotamos tan despiadadamente, a la que afeamos con descaro, y que despreciamos con muy hermosos discursos! Eso está bien.

Por regla general se cree que la única finalidad que el sol tiene aquí abajo es hacer crecer las coles. De vez en cuando hay que volver a colocar a Dios sobre su pedestal. También él se encarga de recordárnoslo enviándonos, por aquí y por allá, alguna peste, el cólera, una conmoción inesperada y otras manifestaciones de la Regla, a saber, el Mal -contingencia que quizá no sea el Bien- necesario, pero que, a fin de cuentas, es el Ser: algo que los hombres consagrados a la nada comprenden muy difícilmente."

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