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La inspiración literaria II

Volviendo al tema de la Inspiración, que ya hemos tocado en otras entradas, Alfonso Reyes ha escrito un texto sobre los distintos tipos. A cada uno lo acompaña de algunos ejemplos. He aquí los más representativos:

1.- Estimulos de tipo literario (las lecturas). Las novelas históricas surgen a partir de lecturas de libros de historia, y las novelas de ciencia-ficción, a partir de lecturas de obras científicas. La mitología fue un campo de inspiración para Rubén Darío, y la lectura de los clásicos de la antigüedad, para Anatole France.

2.- Estímulos de tipo verbal (las palabras que nos arrastran a otras). La palabra, que Balzac encuentra en un tratado de Derecho penal, le lleva a urdir el argumento de una novela. Poe reconocía que el tema de El cuervo nació de la palabra nevermore (nunca jamás).

3.- Estímulos de tipo auditivo (voces, música...)
La arlesiana, de Daude, nace de un grito lanzado a la vez por dos mujeres; Proust encuentra también inspiración en los gritos que le llegan de la calle. Mallarmé asiste a los conciertos Lamoureux, y traza esquemas de los movimientos poéticos que le sugieren los compases musicales.

4.- Estímulos de tipo visual (cosas que vemos, incluidas las ilustraciones) Góngora se inspira en Amado Nervo, en los dibujos de Julio Ruelas. Victor Hugo sueña con las letras mayúsculas: la A es una pirámide, la H de una catedral con dos torres.

5.- Estímulos de tipo olfativo, gustativo y táctil. El olor del circo inspiraba a Ramón Gómez de la Serna; el de una pensión de familia, a a Balzac. Añadiríamos a los ejemplos de Alfonso Reyes la novela El perfume, de Suskind.

6.- Estímulos de tipo ambulatorio (montañas, paisajes, aire puro o impuro). El oxígeneo de las playas, el ozono de las cumbres han servido para traer inspiración a espíritus atormentados o enfermos como Kafka, Dostoievski, Mann... Rubén Darío también amaba los lagos y sus cisnes.

7.-Estímulos de tipo onírico (sueños vividos o referidos por otros). El empleo temático o alegórico de un sueño es una constante de los surrealistas.

8.- El estímulo de la memoria involuntaria (personajes, escenas que afloran) El ejemplo característico es Proust, pero antes de él no hay que olvidar las
Confesiones, de Rousseau; la Vita, de Alfieri, o Fort comme la mort, de Maupassant.

9.-El estímulo de las sinestesias (percepciones de un sentido a otro). Ejemplo: Rimbaud y su soneto sobre los colores vocales.

10.- Los estímulos puramente físicos (espacio, volumen, peso, temperatura). Todo deja una huella en el pensamiento, incluso el terror que sentía Pascal por los amplios vacíos. En Coleridge encontramos las soledades heladas del polo Sur; en Poe y en Rimbaud, el vértigo de los espacios verticales...

11.- Estímulos emotivos (noticias conmovedoras, shocks...). Del suicidio de un amigo surge Werther, del de un niño,
Los monederos falsos, de Gide; Henry James encuentra inspiración para una novela en el dolor que le causa la boda de un muchacho con una dama de cierta edad...

12.- Estímulos provocados voluntariamente, es decir estímulos no fortuitos, buscados por la persona, y que van desde los hábitos de trabajo hasta el consumo de alguna droga (Hoffmann, Carlyle...) Byron sentía predilección por algo tan poco romántico como el agua de seltz. Schiller guardaba en su escritorio manzanas podridas, cuyo olor le embriagaba... A Walter Scott le excitaba una página en blanco, y a Victor Hugo la actividad sexual le estimulaba su actividad poética. Este conglomerado de factores componen la fórmula de esta pócima mágica que se ha dado en llamar inspiración.

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