A fuerza de tanto recordarte
las facciones de tu rostro
ya se desdibujan
chorrean tus colores
se van borrando tus rasgos
las ciruelas que fueron tus labios
van volviendo lentamente al hueso
fábrica de calavera
cada vez más próxima al olvido.
Tu recuerdo raído
se me deshace entre las manos
tanto, que apenas va quedando un rastro leve
apenas un soplo de ti
un indicio, apenas.
Janet Guerra
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